Oficialmente, la temporada de huracanes en el Océano Pacífico Oriental comienza el 15 de mayo y termina en el mes de octubre. La buena noticia para los residentes de Puerto Vallarta es que, gracias a que se encuentra ubicada al fondo de la segunda bahía más grande de la costa del Pacífico, pero sobretodo, a que se encuentra rodeada por la cordillera de la Sierra Madre es que tenemos una privilegiada protección natural contra las tormentas.
Sin embargo, siempre es importante tener un plan de prevención ante este tipo de contingencias naturales, por lo que cualquier persona que sea dueña de una propiedad en Puerto Vallarta debería tener a la mano un kit preventivo de emergencias, en caso de que llegara a suceder lo inesperado. A continuación enlistamos algunas recomendaciones:
· Agua embotellada, al menos un galón por persona por día y para varios días, ya que puede ser necesaria para cubrir tanto el suministro de agua potable como necesidades sanitarias.
· Alimentos no perecederos que no requieran de calor para cocinarse tales como: mantequilla de maní, atún enlatado, barras de proteína, sardinas, frutos secos y nueces, por dar algunos ejemplos. Asegúrate de tener un abrelatas (¡o tal vez un sacacorchos, por si acaso!) para que fácilmente puedas abrir tus alimentos.
· Velas, una linterna y baterías de sobra.
· Un botiquín de primeros auxilios (estos se pueden comprar en cualquier tienda de comestibles o farmacia, y asegúrate de tener un suministro adicional de medicamentos de prescripción).
· Un teléfono celular completamente cargado y algunos cargadores de respaldo. También es una gran idea tener tabletas o computadoras portátiles cargadas con películas descargadas para disfrutar de algún tipo de entretenimiento en caso de sufrir cortes de energía más prolongados de lo esperado.
· Toallitas húmedas, bolsas de basura y productos sanitarios femeninos.
Si bien los habitantes de Puerto Vallarta somos afortunados por no tener que preocuparnos demasiado por la temporada de huracanes, siempre es buena idea contar con un plan de contingencia para proteger tu hogar. Por ejemplo, es muy buena idea contratar un seguro, que esperas nunca necesitar, pero en el caso de un imprevisto, estarás feliz de contar con uno.